Trabajando con las uñas (parte II)
La precariedad del funcionario de Cancillería en planta interna
Pregúntele a su amigo o amiga de confianza en Cancillería sobre su trabajo en la entidad, y con altas probabilidades recibirá un discurso sobre la sobrecarga que vive día a día.
Más que queja o mera percepción, los fenómenos de sobrecarga laboral, falta de personal y alternación sin remplazo de personal son un hecho bien documentado en la Cancillería—fenómenos que representan más del 50% de los factores que impactan sobre el desempeño de la entidad, según un estudio técnico realizado en 2022.
Ya la semana pasada, con la revisión de la distribución del personal en planta externa, encontramos que, entre las tareas diplomáticas y consulares, el número de funcionarios no basta.
11 misiones diplomáticas y consulares cuentan con apenas uno o dos funcionarios; el número crece a 38 si se incluye a los que apenas tienen tres funcionarios. 31 de esas misiones tienen a cargo no solo al país en el que se encuentran, sino a varios otros en concurrencia, así como la representación de Colombia ante los organismos internacionales allí ubicados. Y muchos llevan meses sin liderazgo.
Como dicen algunos, the struggle is real.
Hoy traemos datos que muestran que esto no es algo que solo se presenta en la planta externa. También ocurre en la planta interna, en el Palacio de San Carlos y otros espacios que ocupa la Cancillería acá en Colombia.
Según datos proveídos por la Dirección de Talento Humano de la entidad a julio 2023, y complementados con otros datos faltantes entregados en abril 2023, esta es la actual distribución del personal en los grupos internos de trabajo (GIT) de la entidad:
(Antes de avanzar, considere leer la nota en la parte inferior derecha de la imagen, que explica qué funcionarios fueron incluidos en el conteo. Unos pocos no están incluidos ya que Diplomacia Abierta no recibió datos de ellos.)
Hay mucho qué interpretar de los datos, pero, por brevedad, toquemos cuatro temas.
El primero concierne el amplio y diverso trabajo que realiza la Cancillería. La Cancillería es mucho más que sus embajadas y consulados.
Bajo la Dirección para el Desarrollo e Integración Fronteriza está el GIT a cargo del Plan Fronteras para la Prosperidad, que ejecuta proyectos para reducir las brechas socioeconómicas entre las zonas fronterizas y el resto del país. Bajo la Dirección de Asuntos Culturales está el GIT de Gestión de Intercambios, que coordina 30 casas lúdicas para niños, niñas y adolescentes. Tres GIT en la Dirección de Asuntos Migratorios, Consulares y de Servicio al Ciudadano son los que tramitan las solicitudes de expedición de pasaportes. Y podría seguir y seguir dando ejemplos.
Lo anterior refuerza el punto: hay mucho trabajo, pero poco apoyo.
Segundo, como en el caso de las misiones diplomáticas y consulares, encontramos un preocupante número de grupos con escaso personal. Nueve GIT tienen tres o menos funcionarios, en contravención del artículo 8 del decreto 2489 de 2006, que dicta que “la integración de los mismos [de los GIT] no podrá ser inferior a cuatro (4) empleados”. 14 otros están justo en la línea, con cuatro funcionarios.
También observamos que, si bien algunos GIT tienen un mayor número de funcionarios, estos aún no son suficientes. Tomemos como ejemplo el GIT de Estados Unidos y Canadá en la Dirección de América. Las funciones de este grupo están dadas en el artículo 22 de la resolución 9709 de 2017: el seguimiento de los acontecimientos de importancia en los dos países, la articulación con las embajadas colombianas allá presentes y las de esos países en Colombia, y la articulación con otras entidades del Estado, entre tantas otras. ¿Y con cuánto personal cuenta el grupo encargado de la relación bilateral más importante para el país [y Canadá]? Con cinco funcionarios de carrera diplomática y consular. ¡Y tres de ellos son terceros secretarios!
Tercero, vemos con interés que algunos GIT tienen una alta participación de funcionarios de carrera diplomática y consular, mientras que otros (24, para ser exactos) no tienen incidencia alguna por parte de ellos. De estos últimos, 19 están bajo la Secretaría General. Ahora, no vamos a decir que cada GIT deba tener al menos un funcionario de carrera diplomática y consular, pero, nos preguntamos, ¿si hasta los tres grupos de pasaportes tienen a funcionarios de carrera, por qué no están ellos representados en grupos como el GIT de Carreras Diplomática y Administrativa?
Finalmente, comparando los datos de planta interna con los de planta externa, encontramos que se acude con mayor frecuencia a la provisionalidad para suplir cargos de carrera diplomática y consular en la primera que en la segunda. En planta interna, de 358 cargos de carrera diplomática y consular ocupados (incluyendo los cargos de asesor asignados para funcionarios de carrera), 174 fueron suplidos por funcionarios en provisionalidad, el 50,3%. Mientras tanto, en planta externa, de 340 cargos de carrera diplomática y consular ocupados, 87 fueron suplidos por funcionarios en provisionalidad, el 25,6%.
De esto sale otro insight interesante. Haciendo cuentas, del total de 816 cargos de carrera diplomática y consular disponibles (cifras discutidas en la sección de “Cancillería en cifras” del boletín de hace dos semanas), entre funcionarios de carrera y provisionales, apenas se estarían ocupando 698 de ellos. Según estas cifras, el 14,5% restante está entonces vacante.
Habrá que revisar bien las cifras, pero acá estaría una parte del problema de la sobrecarga laboral: los cargos no se están ocupando plenamente. ¿Y por qué? Suponemos que algo tendrá que ver el liderazgo de la entidad, pero parte de la culpa también estará en la práctica de demandar buena parte de los nombramientos provisionales, que son necesarios en este momento en el que el reducido número de funcionarios de carrera (alrededor de 500, nos cuentan) no basta para el total de cargos de carrera disponibles (816).
Mientras tanto, los y las funcionarias de Cancillería siguen haciendo su trabajo, y lo hacen bien, pero a los golpes, con las uñas. Por el bienestar de ellos y del país, no haríamos mal como ciudadanos—que votamos y pagamos impuestos—exigiendo a la entidad que se suplan los cargos y al Congreso que se aumente su presupuesto para así expandir la planta.
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AHORA ES SU TURNO: ¿Algún dato no le suena? ¿O cree que el problema está en otro lado? ¡Escríbanos! Queremos escucharlo. Y si está de acuerdo, podemos compartir sus comentarios en el siguiente boletín. Hágalo dando click en el siguiente botón:
La puerta da vueltas y vueltas. Esta fue la movida de nombramientos en Cancillería (y ProColombia) de esta semana:
🇩🇰 Con el decreto 1427 de 2023, se oficializa el nombramiento de ADRIANA CÓRDOBA ALVARADO como embajadora de Colombia ante Dinamarca. Analizamos la hoja de vida de Córdoba en este boletín del 29 de junio.
🇺🇸 Con el decreto 1418 de 2023, se nombró a ÁLVARO CALDERÓN PONCE DE LEÓN como ministro plenipotenciario en la embajada de Colombia ante EEUU. Calderón es diplomático de carrera. En marzo 2021, fue nombrado director técnico de la Dirección de cooperación Internacional, cargo que ocupó hasta la fecha. Anteriormente, sirvió como consejero y ministro consejero en la embajada en EEUU y como ministro consejero y ministro plenipotenciario en la misión de Colombia ante la OEA.
🇮🇹 Con el decreto 1416 de 2023, se nombró a MELANY QUIÑONES VALERO como agregada comercial de Colombia en Italia. La hoja de vida de Quiñones muestra 21 años de experiencia laboral. Trabajó 12 años en ProColombia como asesora senior de mercadeo. De septiembre 2021 a febrero 2023, actuó como auxiliar de misión de diplomática para la Cancillería. La misma hoja de vida no refleja educación superior, aunque no por eso no ha tenido un desempeño destacable. Por ejemplo, en 2018, fue una de 20 ganadores a nivel nacional del programa Catalizadores de la Innovación, del MinTIC. Además del español, dice tener un nivel “bueno” de inglés. No aparece que hable italiano. Quiñones estará tomando el cargo antes ocupado por ÁNGELO RAFFAELE GERMANO SÁNCHEZ, quien sirvió de octubre 2021 a enero 2023.
🖊️ EN OTRAS NOTICIAS… 🖊️ Durante la semana pasada, se emitieron nueve otros decretos. De estos, ocho de ellos nombraron a funcionarios a Chile, la OCDE, la misión de Colombia ante la ONU en NY, Auckland (Nueva Zelanda), Toronto (Canadá), Indonesia, Polonia y Singapur. Las personas nombradas a Chile y la OCDE son provisionales; los otros son de carrera. El noveno decreto declaró el cese de funciones del cónsul honorario en Islamabad, quien está impedido de seguir en ese cargo por leyes que prohiben que sea cónsul honorario al mismo tiempo que es miembro del Senado pakistaní.
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En nuestra más reciente conversación para esta sección, María Catalina Monroy Hernández recomendó que habláramos con Rafael Piñeros (@RafaPinerosA), profesor e investigador de la U. Externado de Colombia y productor de Coordenadas Mundiales, el podcast de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales.
En esta conversación, hablamos sobre su artículo “Política exterior y de CTI en Colombia: la diplomacia científica como frontera”, publicado en coautoría con Luisa F. Echeverría-King y Ernesto Andrade-Sastoque en la edición 34 de la revista Desafíos.
Diplomacia Abierta tiene el orgullo de co-producir esta sección con RedIntercol, la Red Colombiana de Relaciones Internacionales. RedIntercol es una corporación creada en 2009 que reúne a investigadores y profesionales del campo de las Relaciones Internacionales para incidir positivamente sobre los temas del orden global. Consulten su página acá.
¿Quién es usted y en qué temas trabaja?
Mi nombre es Rafael Piñeros. Trabajo en la Universidad Externado de Colombia. Soy docente-investigador.
Particularmente, mis temas de interés se concentran hacia los temas de seguridad y defensa en América Latina, temas de seguridad y defensa relacionados con la Política Europea de Seguridad y Defensa al interior de la Unión Europea y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Asimismo, trabajo sobre temas de política exterior, particularmente de política exterior colombiana. Esos son los temas que más me llaman la atención y en los cuales me concentro.
¿Qué pregunta buscaba responder en el artículo, como la desarrolló y que encontró?
Bien, yo creo que la pregunta central que nosotros buscábamos resolver era cuáles eran los avances del tema de la diplomacia científica en América Latina y en particular en Colombia.
En el caso colombiano, nosotros observamos que tradicionalmente los temas de ciencia, tecnología e innovación no hacen parte del core de los asuntos de política exterior, como sí lo son los temas que podríamos llamar tradicionales (comercio e integración, asuntos regionales, seguridad y defensa, etc.).
Lo curioso es que, si bien el tema de la diplomacia científica es relativamente nuevo, no lo es la relación entre conocimiento científico y toma de decisiones. ¿Por qué? Porque el conocimiento científico siempre ha sido un factor de poder, porque el conocimiento científico implica una ventaja comparativa de unos respecto a otros. Históricamente, quien manejó la pólvora, quien manejó el arco y la flecha, quien manejó el cañón y lo supo utilizar tenía una ventaja respecto a los demás. Entonces ahí hay un elemento importante.
Y este discurso, esta nueva ola, esta nueva vertiente de relacionar el conocimiento y la toma de decisiones se empezó a fortalecer, especialmente en los países desarrollados, al inicio del 2010, cuando la Academia Americana para el Avance de la Ciencia y la Royal Society decidieron tratar de llegar a un consenso sobre una definición de diplomacia científica. Y a partir de allí no solo estadounidenses y británicos, sino españoles, franceses, alemanes y poco a poco otros países en otras latitudes empezaron a adoptar este concepto.
Desde nuestra revisión, observamos que en América Latina también hay países que tienen un desarrollo importante. En el documento, analizamos los casos de Brasil, de México, de Chile, y cómo a partir de las características nacionales se genera una forma particular de entender el rol de la diplomacia científica.
Y así, con ese material, ya que sabemos qué se está desarrollando en América Latina, que tenemos problemas comunes y que no pueden ser resueltos por un solo Estado, sino que requieren de ciencia, de conocimiento, tal como sucedió durante la pandemia, pues dijimos: bueno, ¿qué ha hecho Colombia? ¿Cómo podemos utilizar esas herramientas, instrumentos para nuestro país?
Y empezamos a buscar, a rastrear algunos hechos notables en los últimos años. Por ejemplo, el informe de la Comisión de Sabios ha sido un hito significativamente alto. También está el trabajo entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y el MinCiencias para la configuración de una estrategia de diplomacia científica que pueda establecer temas importantes de relacionamiento y favorecer una mejor interacción entre el Estado, la empresa, la sociedad civil, los centros de pensamiento, los centros de investigación y desarrollo y por supuesto el público en general. Porque al final la ciencia, la tecnología y la innovación es un elemento que tiene que estar a disposición de las personas.
Entonces ahí encontramos que había un espacio poco explorado y es cómo las decisiones de política exterior, cómo nuestras misiones diplomáticas podrían también concentrarse no solo en los temas tradicionales que hemos explorado sino eventualmente buscar nuevas oportunidades. Considero que ahí hay un escenario propicio para que la Cancillería y por supuesto nuestros diplomáticos pongan un poco más de énfasis.
Ustedes hicieron esta investigación revisando el periodo de Duque. Ahora, con el gobierno de Petro, ¿hay alguna recomendación del artículo para este nuevo gobierno sobre cómo mejor llevar a cabo la diplomacia científica?
En efecto, el presidente Petro tiene dos temas relacionados a diplomacia científica en los cuales ha hecho mucho énfasis, no solo a nivel interno, sino en sus salidas multilaterales y bilaterales: la crisis climática y la transición energética.
Si nosotros miramos el tema de la crisis climática--un elemento de deuda por desarrollo de la naturaleza o bonos de endeudamiento para la protección del medio ambiente--también hay una gran cantidad de convenios que ya están firmados, por ejemplo, con el Reino Unido, especialmente con los Fondos Darwin para la investigación y la protección de la cuenca amazónica y de ecosistemas sensibles; con Alemania se viene trabajando en materia de investigaciones oceanográficas y también con la protección de la Amazonía...
Pues, ahí hay un punto, y es que hay una serie de acuerdos o de instrumentos bilaterales que podrían ser aprovechados para ese objetivo que la administración definió.
¿Y qué hacer con eso? Pues, en primer lugar, es necesario destinar más fondos, más recursos. Y creo que la Cancillería ahí podría hacer una labor importante. Buscar que países se vinculen a investigaciones nacionales de interés mutuo, porque entre más personas trabajen, entre más investigadores colombianos y de distintas nacionalidades se preocupen por temas que son importantes para nuestro país, eso es diplomacia científica. Que podamos incrementar el número de actores involucrados: más convenios de educación, más convenios de cooperación científica, eso es también diplomacia científica.
El otro tema llamativo es el de la transición energética. Si bien la matriz de producción energética de Colombia es relativamente limpia--nosotros confiamos de manera importante en la producción energética a partir de hidroeléctricas--eso no quiere decir que nuestra matriz no pueda ser complementada, no quiere decir que no puede ser mejorada a partir de transferencia de tecnología o a partir de la producción y la utilización de otras fuentes. Y ahí creo que también puede haber elementos de transferencia tecnológica o elementos de trabajo cooperativo y colaborativo para encontrar soluciones.
Si nosotros nos enfocáramos en esos dos temas, que hacen parte del core de asuntos de la administración, nosotros podríamos encontrar que la diplomacia se convierte en un instrumento valioso.
¿En qué está trabajando ahora?
Sobre el tema de diplomacia científica, salió publicado hace poco un artículo con unos colegas de América Latina en el que realizamos un análisis sobre los cursos de diplomacia científica en programas de postgrado. ¿Qué analizamos? Nosotros analizamos un curso al interior de la UNAM, en México; nosotros analizamos un curso de la Universidad de Chile, en Chile y analizamos el curso de diplomacia científica que tiene la Universidad Externado. Y nosotros observamos que hay una serie de preocupaciones justamente alrededor del tema de cambio climático, del tema de transición energética, pero también de la biodiversidad y de las investigaciones oceanográficas. Estos hacen parte de los temas que generan preocupación y atención en los países.
Ese documento salió publicado hace poco y en él discutimos cómo se enseña la diplomacia científica, cuáles son los objetivos, cuáles son los temas y qué se requiere para eventualmente mejorarlos y ampliar la base a otro tipo de formaciones, como por ejemplo la formación en pregrado, en donde no es muy evidente. En un mundo en el cual el conocimiento es cada vez más transdisciplinar, es necesario tener en cuenta que la ciencia y el conocimiento pueden ser importantes para solucionar problemas sociales complejos como los que hemos discutido.
¿Cuál es otro trabajo/autor que recomienda para entender mejor la política exterior y relaciones internacionales de Colombia?
Me parece interesante el trabajo del colega César Niño, de la Universidad de la Salle. Él trabaja sobre temas de seguridad. Vi que publicó hace poco una obra sobre ciberseguridad, que creo que es un tema que tiene algo de relación con lo que hemos venido hablando de ciencia, tecnología e innovación.
Por supuesto, también sugeriría a una colega, a Paula Ruiz de la Universidad Externado de Colombia, quien trabaja temas de cooperación internacional, que es un tema que en materia de diplomacia científica es importante. Colombia tiene, por ejemplo, al interior del MinCiencias, al menos unos 35 convenios muy fuertes con distintos países, y poco se utilizan. Cuando digo pocos es menos de la mitad. Por lo tanto, se requiere un conocimiento más preciso de cómo aprovechar de manera efectiva los instrumentos de cooperación multilateral y bilateral que en este momento tenemos y que a veces no se usan.
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Forjando relaciones de confianza: el papel vital de los Libros Blancos
Escrito por Juan David Mora Peña (@jdmorape), Especialista en Estudios Políticos de la U. Sergio Arboleda y Mágister en Estrategia y Geopolítica de la Escuela Superior de Guerra “General Rafael Reyes Prieto”. Investigador en materia de seguridad y geopolítica.
En estos días, mientras en América Latina se realizan ejercicios militares bilaterales como el binacional Arandú (entre Argentina y Brasil) y multilaterales como Tradewinds 2023 (conformado por 21 naciones del Caribe, América Central y Europa), en Asia y Europa se realizan grandes maniobras multilaterales de potencias que se empiezan a alinear en el marco de un mundo multipolar. Estos ejercicios, tal como lo exponen en cada uno de sus objetivos, buscan crear un sistema de racionalización de las maniobras conjuntas, estandarización de procedimientos e interoperabilidad táctica y operacional de las fuerzas, es decir, la búsqueda de la unión de algunos Estados en búsqueda de intereses comunes.
No obstante, para el contrario, los ejercicios tienen un claro mensaje disuasivo, es decir, como lo diría el lema de la bandera de Gadsden de 1775: “Don’t tread on me”. Todo esto puede llevar al famoso “dilema de seguridad” y a una posterior dinámica armamentística. Así, mostrar los dientes, como se está haciendo últimamente en espacios estratégicos del globo, puede resultar en un escalamiento de las dinámicas de seguridad y el fortalecimiento de la necesidad de alineación bajo bloques o complejos de seguridad que permitan luchar efectivamente contra una nueva amenaza. Con esto en mente, con el ascenso de China y de otras naciones como nuevas potencias y la invasión de Rusia a Ucrania, se genera en muchos tomadores de decisiones la necesidad de crear estrategias de contención enmarcados en el poder nacional de su Estado.
Lo anterior puede derivar en horribles consecuencias para la humanidad. El escalamiento de las tensiones puede llevar a precipitaciones inesperadas, el inicio de chispas que pueden generar una conflagración de magnitudes nunca antes vistas, incluso superior a la segunda guerra mundial. En tal medida, debe actuar la diplomacia, tanto desde su óptica tradicional, como desde la no tradicional, incluyendo a la diplomacia de defensa, que cada vez se vuelve más relevante en el desarrollo de la política exterior del sistema internacional.
Uno de los más importantes recursos que tiene la diplomacia de defensa en el haber de las instituciones públicas, enfocadas de manera muy diferente al uso de la disuasión multinacional para la defensa de los intereses nacionales, es la de incrementar la confianza mutua entre Estados mediante documentos que muestren de manera clara su lectura del contexto internacional, de sus capacidades de defensa, y de su respeto a los derechos humanos. Entre estos documentos, para muchos Estados, el más importante es el comúnmente denominado Libro Blanco. Aunque aquel nombre pareciera simplón y completamente contrario a la importancia de la información contenida en él, resulta clave que todos los países del mundo lo realicen. El último ejemplo de esto es el del Estado de Japón, lanzado el primero de septiembre de 2023.
De acuerdo con el Consejo Permanente de la OEA en su Resolución No. CP/RES. 829 (1342/02), el Libro Blanco tiene una función de gran importancia en los Estados democráticos debido a que permite una efectiva capacidad de veeduría de la ciudadanía sobre las contrataciones relacionadas con la defensa de la nación, pero, en especial, una medida de fomento de la confianza y de la seguridad con otros Estados. Así, en esta misma Resolución, expone:
También se ha comprobado que los Libros Blancos de Defensa constituyen importantes medidas de fomento de la confianza y de la seguridad. Su preparación y distribución aumenta la transparencia, no sólo en el contexto interno, sino también a escala internacional. La consulta con aliados, vecinos y otros asociados regionales e internacionales que puedan verse afectados por la política de Libros Blancos es especialmente importante a los efectos de evitar interpretaciones erróneas de las intenciones de un país
A pesar de la importancia de este libro, en América Latina hay una confusión entre el concepto de "Libro Blanco” y el de “Política de Seguridad y Defensa”. Durante mucho tiempo, se ha venido dando un enfoque basado en las políticas públicas de los elementos que rodean a la seguridad y la defensa, siendo la primera un bien público esencial. En este sentido, es común ver que en países como Colombia se identifiquen elementos de los libros blancos dentro de las políticas de seguridad y defensa, pero dejando de lado la caracterización de otros necesarios para alcanzar los objetivos de este tipo de documentos, tales como la clara identificación de los intereses nacionales, la numeración de las capacidades militares del país, etc. En este sentido, el resultado es que la confianza entre Estados no se fomenta.
En el caso de Colombia, la Política de Seguridad y Defensa ha tomado el papel del Libro Blanco, en cuanto se habla en él de la caracterización del ambiente de seguridad, enfocado, evidentemente a consecuencia del conflicto armado, al control del orden público, pero dejando de lado espacios importantes (como los intereses del país en los espacios limítrofes, las expectativas de adquisición de material armamentística, entre otros) que no cumplen con entregar una mayor confianza a los vecinos. Esto hubiera resultado de especial importancia para disminuir tensiones con vecinos claves para la economía nacional, como es el caso de Venezuela.
Ahora, debo dejar claro que, en mi opinión, hay un especial error en la creación de estos textos a nivel general. Se les ha otorgado a los ministerios de guerra o defensa la elaboración de la proyección de estos documentos; sin embargo, en gran parte de estos, la política exterior queda completamente alejada o se ve desde una visión pragmática basada en relaciones entre fuerzas militares. Pero sería un error dividir la política exterior en civil y militar, cuando se debería observar de manera holística. En este sentido, el Ministerio de Relaciones Exteriores se ve alejado, por omisión o por acción, de la elaboración de estos textos, perdiendo una especial oportunidad para hacer una unión de una política exterior enfocada desde una visión multidisciplinaria y multidimensional.
Así, a pesar de los esporádicos rumores de la elaboración de este documento, nos vemos evocados a la elaboración de políticas públicas de gobierno, basados en intereses de turno y no de Estado, permitiendo que recaigamos en las preocupantes dinámicas geopolíticas del siglo XXI y que no permitamos a la confianza mutua y al multilateralismo actuar. Mientras uno no sepa cuántas armas tiene su contrario, va a sentir pánico de quedarse atrás, volviéndose víctima del mal usado lema “Si vis pacem, para bellum”.
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EL DEBATE NO SE QUEDA ACÁ: ¿Tiene algo adicional que decir sobre el tema? ¿O quiere hablar sobre otro tema de la política exterior colombiana? ¡Hágalo! Mándenos su respuesta a diplomaciaabierta@substack.com.
Dirigido y escrito por Santiago González, periodista con enfoque en asuntos y análisis internacional y comunicación de gobierno. Para esta edición, se contó con el apoyo de Santiago Rivera Maldonado, estudiante de gobierno y relaciones internacionales de la U. Externado de Colombia, con enfoque en estructuración de proyectos sociales y cooperación internacional.
GHANA ABRIRÁ EMBAJADA EN BOGOTÁ: La nueva gira de la vicepresidenta FRANCIA ELENA MÁRQUEZ MINA por África ya deja ver algunos resultados. A través de su cuenta de X, la mandataria confirmó que Ghana abrirá una embajada en Colombia, “la primera de la África subsahariana en Colombia”.
DEUDA EXTERNA POR ACCIÓN CLIMÁTICA, EL LLAMADO DE VP A PAÍSES AFRICANOS: Desde Nairobi, sede de la I Cumbre del Clima de África, la vicepresidenta Márquez llamó a los países del continente a sumarse a la propuesta del presidente Petro de intercambiar deuda externa por acción climática. En su intervención, Márquez señaló que el modelo financiero actual es el causante de la crisis climática y es imposible luchar contra esta sin un cambio estructural.
DUQUE TAMBIÉN ESTUVO EN KENIA: Además de la vicepresidenta, el ex presidente IVÁN DUQUE MÁRQUEZ participó de varias reuniones en el marco de la cumbre en Nairobi. Duque, quien fue el único exmandatario latinoamericano invitado al evento, habló de los “mercados de carbono” para el Sur Global y de cómo impulsar los recursos para la protección climática. Durante su visita, el expresidente se reunió con altas personalidades internacionales como el ex secretario general de la ONU BAN KI-MOON y ANDREW STEER, CEO de la Bezos Earth Fund.
EXPRESIDENTES SE PRONUNCIARON SOBRE EL FALLO DE LA HAYA: Este martes se reunió la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores (CARE) en el Palacio de San Carlos para abordar el falló de la Haya en torno al pleito limítrofe con Nicaragua. En presencia de EDUARDO VALENCIA OSPINA, agente de Colombia ante la CIJ, y de las coagentes DIANA CAROLINA OLARTE-BACARES (también embajadora de Colombia ante Países Bajos) y ELIZABETH INÉS TAYLOR JAY (también viceministra de asuntos multilaterales), JUAN MANUEL SANTOS CALDERÓN y ERNESTO SAMPER PIZANO felicitaron al gobierno por el histórico fallo y aconsejaron mantener el diálogo con Nicaragua para facilitar el cumplimiento del mismo.
PETRO, SANTOS Y SAMPER ESTARÁN EN CONMEMORACIÓN DE 50 AÑOS DE GOLPE DE ESTADO EN CHILE: De acuerdo con la Cancillería del país austral, el presidente colombiano GUSTAVO FRANCISCO PETRO URREGO y los ex presidentes Santos y Samper ya habrían confirmado su asistencia el próximo 11 de septiembre a los actos conmemorativos tras medio siglo del golpe de Estado en Chile.
CANCILLER DIO DIRECTRICES A EMBAJADORES COLOMBIANOS EN AMÉRICA: Entre el 1 y 2 de septiembre, los embajadores de Colombia en toda América se reunieron con el canciller ÁLVARO LEYVA DURÁN en Cartagena para recibir lineamientos estratégicos para la política exterior. En el encuentro, también estuvieron otros jefes de cartera como MARÍA SUSANA MUHAMAD GONZÁLEZ, ministra de ambiente; IVÁN VELÁSQUEZ GÓMEZ, ministro de defensa; y DARÍO GERMÁN UMAÑA MENDOZA, ministro de comercio. Nos dicen por ahí que los embajadores también recibieron una orden que no cayó muy bien: silencio sepulcral ante los medios.
EL BUEN MOMENTO DE COLOMBIA Y CHILE: El pasado 31 de agosto, en el Palacio de San Carlos, el canciller Leyva y el ministro Velásquez se reunieron con sus homólogos chilenos, ALBERTO VAN KLAVEREN y MAYA FERNÁNDEZ, en el marco del mecanismo 2+2. La reunión concluyó con una declaración de intención de cooperar en el ámbito satelital por parte de los jefes de defensa, y la reafirmación de los cancilleres de trabajar por la paz en Colombia.
PASAPORTE NO BINARIO EN COLOMBIA: Desde el 23 de agosto de este año, los pasaportes colombianos contienen la categoría “X”, junto al tradicional “Femenino” y “Masculino”, como un reconocimiento a la diversidad de género. De acuerdo con la Cancillería, el cambio guarda coherencia con la política exterior feminista del país.
5 PAÍSES PRESENTAN NUEVAS EMBAJADORAS Y EMBAJADORES: Como es natural en los ciclos de rotación de los diplomáticos, cinco nuevos embajadores y embajadoras han presentado sus cartas credenciales al gobierno colombiano, esta vez ante el viceministro FRANCISCO JOSÉ COY GRANADOS. Los nuevos jefes y jefas de misión vienen de China, Costa Rica, Italia, Países Bajos y la República Árabe Saharaui Democrática.
LEYVA FIRMÓ ACUERDO DE COOPERACIÓN CLIMÁTICA CON DINAMARCA: Como parte de su agenda en Bogotá, el ministro de política climática mundial de Dinamarca, DAN JØRGENSEN, firmó junto al canciller Leyva el compromiso de crecimiento verde del gobierno nacional. Con el documento, ambos gobiernos enfocan su cooperación para el desarrollo sostenible y la transición energética en ocho áreas.
70 AÑOS DE RELACIONES ENTRE CANADÁ Y COLOMBIA: El pasado 31 de agosto, el ministro de desarrollo internacional canadiense, AHMED HUSSEN, concluyó una visita de cuatro días al territorio colombiano en la que destacó el rol clave del país norteaméricano para que Colombia logre sus objetivos de desarrollo, humanitarios, de paz y seguridad. Durante su estadía, el funcionario se reunió con la vicepresidenta Márquez y el canciller Leyva y celebró los avances en la política exterior feminista del país.
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LO QUE HAY ES TRABAJO POR HACER: Diplomacia Abierta es un esfuerzo colectivo. Si quiere contribuir con alguna de nuestras iniciativas, o si tiene alguna sugerencia para mejorar, escríbanos a diplomaciaabierta@substack.com.
Escrito por María de los Ángeles Bejarano Ibáñez (@mariabibanez), profesional en relaciones internacionales con énfasis en diplomacia.
El pasado 5 de septiembre, atendiendo el llamado del canciller ÁLVARO LEYVA DURÁN, se reunió en el Palacio de San Carlos la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores (CARE).
Como integrantes (plenos y suplentes) de la CARE, asistieron los expresidentes ERNESTO SAMPER PIZANO y JUAN MANUEL SANTOS; los senadores JOSÉ LUÍS PÉREZ OYUELA y GLORIA FLÓREZ SCHNEIDER (como suplente del senador IVÁN CEPEDA CASTRO); los representantes MARY ANNE ANDREA PERDOMO GUTIÉRREZ, JUANA CAROLINA LONDOÑO JARAMILLO, GERSEL LUÍS PÉREZ ALTAMIRANDA y ELIZABETH JAY-PANG DÍAZ y los designados por el presidente, JORGE ENRIQUE VALENCIA JARAMILLO, JULIO LONDOÑO PAREDES y LAURA VICTORIA GARCÍA MATAMOROS.
Como invitados, asistieron EDUARDO VALENCIA OSPINA, agente de Colombia ante la Corte Internacional de Justicia, y las co-agentes DIANA CAROLINA OLARTE-BACARES, embajadora de Colombia ante Países Bajos, y ELIZABETH INÉS TAYLOR JAY, viceministra de asuntos multilaterales.
Estuvieron ausentes de la reunión los expresidentes CÉSAR AUGUSTO GAVIRIA TRUJILLO, ANDRÉS PASTRANA ARANGO, ÁLVARO URIBE VÉLEZ e IVÁN DUQUE MÁRQUEZ y la senadora PAOLA ANDREA HOLGUÍN MORENO (o su suplente, el senador JOSÉ VICENTE CARREÑO CASTRO).
Además del reciente fallo de la Corte Internacional de Justicia, se discutió las conferencias de alto nivel recientemente convocadas por Colombia, incluyendo la conferencia sobre drogas que se está llevando a cabo en Cali.
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Revisaremos los resultados de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas. Empezaremos a soltar datos que muestran la mala distribución del personal en planta externa en relación al trabajo que se hace. Y nos estaremos preparando para la inauguración de la 78ª sesión de la Asamblea General de la ONU.
Mientras tanto, le recomendamos escuchar el podcast Coordenadas Mundiales, dirigido por Rafael Piñeros, con quien hablamos para la sección de “Más allá De la Torre de marfil”, cuyo más reciente episodio trata la histórica e íntima relación entre Rusia y Ucrania:
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