Colombia regresa al Consejo de Seguridad para periodo 2026-2027
Y ¿qué dice la literatura sobre los países elegidos como miembros no permanentes del CSNU?
La semana pasada, conocimos que Colombia fue elegida por la Asamblea General de las Naciones Unidas como miembro no permanente (MNP) del Consejo de Seguridad (CSNU) para el periodo bienal 2026-2027.
Esta es la octava vez que Colombia es elegida para este rol.1 Así, Colombia se convierte en el tercer país de América Latina y el Caribe—después de Brasil (11) y Argentina (9)—y el quinto en el mundo que más veces ha llegado al CSNU.
Como miembro del órgano de la ONU responsable del mantenimiento de la paz y seguridad internacional, el servicio exterior colombiano no tendrá un momento de respiro, ocupándose de los asuntos del momento (Ucrania, Palestina, Sudan, Congo, Yemen, Myanmar, WPS, IA en la guerra, militarización del espacio) y otros que puedan surgir. De igual manera, el gobierno Petro, en sus últimos meses, y el que venga después de él, querrán dejar huella sobre sus temas predilectos. Los de política exterior feminista, crisis climática y el nuevo paradigma en la política de drogas saltan a la mente.
Pero, ¿por qué? ¿Qué hace que Colombia sea un país tan “popular” para el Consejo? ¿Y por qué ganó en esta ocasión?
La literatura académica apunta a tres tipos de razones. Primero, existen razones históricas-estructurales-institucionales que nos han dado un cierto boost artificial en las cifras.
Usted recordará que la elección al Consejo de Seguridad sigue un principio de representación geográfica, en el que, actualmente, dos de los 10 puestos de MNP (el 20%) están reservados para los 33 países de América Latina y el Caribe (el 17% de todos los miembros de la ONU). Previo a la expansión de la membresía del Consejo, es decir, de 1945 a 1965, la distribución fue aún más favorable para nosotros, con dos de seis puestos de MNP (el 33%) siendo ocupados por los 22 Estados de la región en la organización al cierre de ese periodo (el 19%).
Con tanto puesto para tan pocos candidatos (relativo a otras regiones), es de esperar que los países de la región estén al tope de esa lista. Esto es aún más cierto cuando se considera que 11 de nuestros vecinos jamás han sido elegidos al CSNU.
Un segundo tipo de razones es el relacionado con las características propias de los Estados elegidos. No hay una sola receta para ser elegido una y otra vez, pero sí se ha identificado ingredientes recurrentes, entre ellos:
Riqueza, tamaño de la población y “compromiso con la paz” (Dreher et al., 2014).
Fortaleza de las instituciones democráticas (Uzonyi, 2025).
Las anteriores características cuentan no en comparación con el resto del mundo, sino relativo a otros países de la agrupación regional a la que se pertenece, que es en la que se consensúa quién la representará. Colombia no es el país más rico ni el más grande ni el más en paz del planeta, pero no nos va tan mal al lado de otros países del GRULAC. El tema de la riqueza es especialmente interesante. En la literatura, se recuerda que las elecciones al CSNU no se ganan al azar, sino con importantes inversiones en tiempo y personal en campaña que un país menor no puede costear. Ya una vez en el Consejo, entre tanta sesión formal, de fórmula Arria y órganos subsidiarios, los “costos” para el país solo se elevan.
El tercer grupo de razones es el coyuntural. El timing importa. La última vez que Colombia fue elegida al Consejo de Seguridad fue en 2010, para el periodo 2011-2012. Han ocurrido 11 elecciones desde entonces para las que Colombia pudo ser elegida. En esas, fueron elegidos prácticamente todos los otros países que le podrían “competir” a Colombia: Brasil, Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Panamá, Venezuela… En pocas palabras, sí o sí, casi que le correspondía a Colombia regresar al Consejo.
Ahora, tras la campaña y la victoria, empieza el trabajo duro. Tener un puesto en el big boys’ table del Consejo implica una responsabilidad mayor. Ante el mundo entero. Y más aún en estos tiempos de incertidumbre, complejidad y volatilidad. Hoy, en un momento de parálisis institucional y competencia entre potencias, los MNP tienen más influencia que nunca. ¿Estará Colombia a la altura de la tarea?
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AHORA ES SU TURNO: ¿Tiene usted algún detalle jugoso sobre cómo Colombia consiguió el apoyo regional esta vez? ¿O sabe algo que nosotros no sobre la última vez que estuvimos en el CSNU? ¡Escríbanos! Queremos escucharle. Hágalo dando click en el siguiente botón:
Viceministros van, viceministros vienen. Esta fue la movida de personal en Cancillería de las últimas dos semanas:
🇲🇽 ¡Está de vuelta! A través del decreto 578 de 2025, se volvió a nombrar a la diplomática de carrera MARIA FERNANDA GRUESO LUGO como cónsul de Colombia en Cancún. Precisamente fue Grueso quien hizo las gestiones para inaugurar el consulado en 2018-2019. Estuvo en el cargo hasta 2023, cuando la sacaron para darle un gustico a la autora MARÍA SOLEDAD GARZÓN FORERO, también hermana del asesinado comediante Jaime Garzón. Pero el nombramiento de Garzón fue demandado y anulado por orden judicial, no una vez sino dos veces. Grueso vuelve al consulado en el que trabajó para reducir inadmisiones y atender a tanto colombiano detenido o preso.
🇵🇪 La próxima embajadora de Colombia ante Perú será la diplomática de carrera NOHRA MARÍA QUINTERO CORREA. Quintero lleva dos décadas en la carrera diplomática. Según nuestros registros, en planta externa, sirvió en Austria y en la ONU en Nueva York. En planta interna, se lució coordinando dos importantes grupos de la Dirección de Asuntos Políticos Multilaterales: el de Desarme y el de Asuntos Institucionales ante Organismos Multilaterales. También ocupó dos coordinaciones de la Dirección de la Academia Diplomática. Quintero es la primera embajadora ante Perú del gobierno Petro. Tiene la tarea no menor de volver a poner en marcha las deterioradas relaciones con Lima.
🇷🇺 Otra persona señalada para ser embajador es JORGE IGNACIO ZORRO SÁNCHEZ, quien sería el próximo embajador de Colombia ante Rusia. Zorro se formó como músico, incluyendo en Rusia. A pesar de que su página de Wikipedia dice que es políglota, en su hoja de vida oficial no sale otro idioma más que el español. Esto lo abre a una demanda y futura anulación de su posible nombramiento. Fue viceministro en el Ministerio de Cultura y, tras la salida de la primera ministra, sirvió como ministro encargado por varios meses. Zorro toma las riendas de la embajada en Moscú tras la salida del embajador de carrera HÉCTOR ISIDRO ARENAS NERIA.
🇹🇭 ALICIA ALEJANDRA ALFARO CASTILLO será la próxima embajadora de Colombia ante Tailandia. Alfaro es embajadora de carrera. Fue inscrita a la carrera en enero de 1997. En planta externa, ha servido en Ciudad de México (México), Reino Unido, España, la ONU (Ginebra) y Rusia. En planta interna, coordino los grupos de Asuntos Multilaterales y de Política (entonces de la Dirección de Cooperación Internacional) y de América Latina y el Caribe. La experiencia de Alfaro no se limita a Cancillería. Dos veces se la ha concedido comisión para servir ante otras entidades: en el MinDefensa, en el área de Cooperación Internacional, y con el Alto Comisionado para la Paz (en tiempos de Santos). La embajada en Bangkok no ha tenido embajador por más de dos años.
🇪🇬 Se publico en Presidencia la hoja de vida de LUZ ELENA “LUCERO” MARTINEZ KASAB para ser la siguiente embajadora ante Egipto. Martinez es psicóloga y filósofa. Dice haber dirigido una fundación en pro de la niñez y los jóvenes en Barranquilla, aunque no la incluye en su hoja de vida. Martinez reemplaza a ANA MILENA MUÑOZ DE GAVIRIA, esposa del ex presidente y dirigente liberal César Gaviria.
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CONSULADOS, PLEASE? Desde el año pasado, el gobierno Petro viene pidiéndole a Estados Unidos que le permita abrir cinco nuevos consulados en el país (en Charlotte, Phoenix, Dallas, Denver y Seattle). Pero nos enteramos que Washington condicionó esas aperturas a que Colombia le haga tres favorcitos: (1) eliminar los límites a las importaciones diplomáticas para personal estadounidense acreditado en Colombia, (2) expedir licencias de conducción para periodos de cinco años y (3) garantizar la devolución de impuestos a contratistas del gobierno estadounidense por actividades propias a su contrato. El gobierno Petro viene avanzando para cumplirle a Marco Rubio.
PONEMOS LOS AVIONES, USTEDES LA PLATA: Otro tema del que nos enteramos (tardíamente) es sobre el detalle de las negociaciones con EEUU sobre los vuelos de colombianos deportados. ¿Recuerda? ¿Del vuelo de EEUU con connacionales esposados que el presidente Petro mandó a devolver? ¿Y que después Petro dijo que Colombia se encargaría por su cuenta de los vuelos, poniendo aviones de la Fuerza Aérea? Pues resulta que, tan pronto Petro hizo el anuncio, Cancillería, Migración Colombia y otras entidades fueron a pedirle cacao al gobierno estadounidense para acordar un “esquema de costos compartidos”, en el que al menos este pusiera el dinero del mantenimiento de los aviones. Washington se vio abierto a la negociación, aunque le preocupaba que esto le abriera la puerta a otros países a pedir lo mismo.
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Los otros periodos para los que Colombia ha sido elegida fueron: 1947-1948, 1953-1954, 1957-1958, 1969-1970, 1989-1990, 2001-2002 y 2011-2012.